La inseguridad y el miedo no son emociones negativas, son el valioso reflejo de que estás pasando por alto tu autoridad y tu intuición.

No te indican que algo esté mal en ti o que necesites de guías o autoridades externas. Te indican que te has olvidado momentáneamente de tu naturaleza y de tu saber.

Este olvido de ti es la pérdida de tu sentido interno de la verdad, es lo que te hace susceptible a la manipulación y al control.

El antídoto es el reconocimiento de lo que eres, es el retorno a ti.

Aunque quizás lo hayas olvidado, no careces, ni eres frágil, ni estás limitad@. Nunca estás a merced de los demás ni de las circunstancias.

Eres conciencia y libertad sin límites. Eres el ser infinito que da vida a todo lo que es.

Para vivir plenamente como un ser humano, lo único que te hace falta es reconocer que eres mucho más que un ser humano.

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Las ventanas

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